Fernando Mires - LA MUERTE Y LA NIÑA
Cuando me enteré del argumento imaginé que al comenzar a leer Limpia , el último libro de Alia Trabucco Zerán , estaba a punto de introducirme en una novela social, de esas que a menudo se escriben en Chile, un país impregnado en todos sus poros por el tema de “lo social”, en donde tú no puedes conversar con alguien más o menos “progre” sin escuchar por lo menos un millón de veces la palabra “neo-liberal”. Nada en contra de “lo social”, por supuesto. Tampoco nada en contra de las novelas sociales pues todas las novelas, desde el momento en que describen un medio o un espacio, son sociales. Más todavía una cuyo personaje central es una asesora del hogar, una criada dicen los antiguos, una “nana” para los niños, una sirvienta como las llaman los momios, una “perla” como les decían antes los alemanes y sabe dios cuantos nombres más. Digamos, para abreviar, una empleada. Una empleada de casa, para todo servicio. Una empleada llegada del sur chilote a buscar trabajo a Santiago: “Se b