Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2019

Fernando Mires - BOLSONARO, EL CHÁVEZ DE LA DERECHA LATINOAMERICANA

 Pocas veces el paralelismo -no analogía- entre dos presidentes latinoamericanos ha sido más evidente. Ambos con formación militar, cultivadores de valores machistas, misóginos por excelencia, portadores de atávicos complejos de inferioridad en contra de los de “arriba” (para uno el arriba social, para el otro el arriba cultural), maestros del resentimiento metódico. Ambos seguidos con devoción y fanatismo por sus respectivos populachos a los que se suman intelectuales enardecidos por experiencias populistas de izquierda o de derecha. Jair Bolsonaro y Hugo Chávez, situados cada uno en un extremo geométrico-político, son exponentes de los niveles verbales más bajos a los que puede llegar un gobernante. El mismo veneno bucal -dos idiomas y un solo lenguaje- y sobre todo, un estilo para gobernar mediante la ofensa y la arrogancia mal contenida. Más allá, pero mucho más allá de la clásica dicotomía izquierda-derecha, son ambos – el muerto y el vivo- exponentes de una política que en nuestr

Fernando Mires - ME PERMITEN UN PAR DE OBJECIONES?

Imagen
 A la revista digital POLIS – censurada por Facebook por incomprensibles razones - llegaron recientemente sendos artículos de autores a quienes por su ponderación y capacidad de análisis guardo personal estimación. Me refiero a Trino Márquez y a Simón García. Dos artículos coincidentes en diversos puntos con los cuales el autor de esta páginas en muchas de sus líneas también coincide. Entre ellas: a) La necesidad de poner en forma un centro político frente a dos extremos, uno representado por el régimen y el otro por una fracción descentrada de la oposición (golpista e invasionista) b) La necesidad de restablecer una relación entre objetivos y rutas c) La necesidad de incentivar el diálogo como medio de comunicación política y d) La defensa del liderazgo frente a los brutales ataques que Guaidó recibe de ambos extremos. En diversos textos me he expresado sobre esos puntos. Con respecto a la formación de un centro político he señalado que hay que diferenciar entre un centro geométrico f

Fernano Mires - EL FANTASMA DE PERÓN

 El título de este texto parecerá extemporáneo, no lo dudo. Escribir que Perón es un fantasma después del éxito apoteósico de Alberto Fernández en las primarias o más aún, después de que tantos medios de difusión anunciaran alarmados el regreso de la peronista viuda de Kirchner, sería un título muy equivocado. Pero el peronismo no es un concepto válido para todo tiempo y lugar. Ni el peronismo neo-liberal de Menem (a quien podríamos situar a la derecha de Macri), ni el peronismo socialista de Kirchner, ni el peronismo jacobino (populachero) de Cristina, ni el peronismo post-moderno de Alberto Fernández, tienen que ver mucho con los que fueron los gobiernos de Perón. Evidentemente, no estoy diciendo nada nuevo. Que el peronismo es multiforme lo sabemos todos. Pero que hay formas estabilizantes y otras disolutivas, no lo sabemos muy bien. Lo que se está afirmando es que la forma peronista de Fernández escapa no solo a las formas locales del ser peronista sino, además, lo acerca al promed

Fernando Nires - ARGENTINA; OTRA REFLEXIÓN POST-ELECTORAL

  Ernesto Laclau, a quien nos guste o no, tendremos que recurrir cada vez que rozamos el resbaloso tema del populismo, nos hablaba de una de las particularidades de los movimientos que portan ese nombre, y esta es la de representarse a través de significantes vacíos. Vaciedad que viene de su simbolismo pues un símbolo para ser símbolo político requiere condensar en sí una heterogenidad de demandas. Y yo agrego: pasiones, intereses y, no por último, ideas, ideales e ideologías. De tal modo que el discurso de un líder populista nunca podrá ser coherente como debería ser el de un dirigente de un partido, para decirlo con un ejemplo. Laclau, aún sin nombrarlo, pensaba siempre en el peronismo. Y naturalmente, en Eva y Perón. La representación de la heterogeneidad no puede ser homogéna pero sí cambiante. Dicho de modo simple: no todos los símbolos tienen el mismo peso en todos los momentos. En la representación populista encontramos una competencia de símbolos, una pugna por la hegemonía sim

Fernando Mires, ARGENTINA ENTRE EL BOLSILLO Y EL CEREBRO

  A Nestor D`Alessio: In Memoriam Para casi todos fue sorpresivo. Aunque para un minoría muy politizada, no tanto. De alguna manera los que leemos cartas demoscópicas, aunque no seamos profesionales en la materia, hemos aprendido a trabajar con tendencias más que con números. Y en ese punto hay un principio que casi nunca falla. Dice así: cuando una o dos semanas antes de la elección los números crecen en dirección ascendente hacia un candidato, lo más probable es que su porcentaje será mayor al supuesto. Así de rápido iba el tren electoral de Alberto Fernández. Lo más sorpresivo fue que Fernández no solo duplicó las apuestas. Las triplicó, por decir lo menos. Tanto así que solo los milagreros dentro de las filas de Macri creen hoy en la posibilidad de una recuperación. Quieren imaginar que el domingo 11 de agosto el pueblo votó para castigar pero no para elegir, como si el pueblo fuese un genio que se las sabe todas. Mas, aún suponiendo que así hubiera sido, hay otra constante demoscó

Fernando Mires - LAS TRES "GRACIAS" DE LA POLÍTICA

Imagen
  1.  La confrontación, el diálogo y las elecciones son tres dimensiones fundamentales de la política moderna. 2 . A diferencias de la política de la polis griega cuyo punto central era el lugar donde los ciudadanos se reunían para discutir los problemas de su ciudad en aras de la armonía, la de nuestro tiempo se encuentra mucho más cerca de la guerra. Decimos guerra en el sentido no-virtual del término. 3.  La política moderna es un derivado histórico de la guerra. Una actividad pre-y post bélica y por lo mismo, espacio de confrontación pública dirimida en una democracia ideal por contrarios, por adversarios en una democracia normal y por enemigos en una no-democracia. Sin confrontación (de ideas, de pasiones e intereses) no hay política. La política, la que conocemos, es un campo de diferencias, de contradicciones y de antagonismos. En ningún caso es el lugar de la conciliación y mucho menos de la amistad. 4.  Si una confrontación carece de diálogo y un diálogo carece de confrontació

Fernando Mires - LA GRIETA

 En las ciencias políticas y sociales impera una suerte de dogma, es el dogma de la definición tipológica. El dogma dice así: para enfrentar a cualquier gobierno enemigo, sobre todo cuando se trata de un régimen autoritario o de una simple dictadura, es necesario definir primero su carácter. El problema que pocos han advertido es que, cuando es lograda una definición, aparecen dos problemas. El primero es que ninguna definición da cuenta de la totalidad del objeto definido. Por eso suele ser común que lo definido deja fuera de sí a partes no definidas por lo cual hay que intentar otra definición, y otra, y otra más, hasta que llega el punto en que los discutidores terminan debatiendo acerca del sexo de los ángeles. El segundo problema es que el llamado carácter de un objeto político, en este caso un gobierno enemigo, no es estático sino histórico. Eso quiere decir -siguiendo una dialéctica más heraclitiana, que hegeliana- que el carácter de ese gobierno puede cambiar de acuerdo a circu

Fernando Mires - LA LUCHA POR ELECCIONES LIBRES EN RUSIA

  Y no será la última. Los manifestantes que acudieron a las calles de Moscú el sábado 28 de julio, más o menos 20.000, prometieron volver el próximo sábado, u otro sábado. La idea es convertir a los sábados en algo parecido a lo que fueron los lunes en la mal llamada República Democrática Alemana. Días de congregación popular: algunos poco frecuentados, sobre todo al comienzo. Otros, cerca del final, multitudinarios. Pues en la RDA “nosotros somos el pueblo” quería decir nosotros y no ellos somos el pueblo. Y ser pueblo significaba, lisa y llanamente, elegir a sus representantes: votar. Esta fue la lección clave que aprendieron los movimientos democráticos de la revolución europea de 1989-1990: Sin elecciones libres no hay pueblo: solo hay población. Por esa razón, en todos esos países el tema de la lucha por elecciones libres fue constante y hegemónico. La lucha por elecciones libres llegó a ser la consigna central de todas las movilizaciones habidas en los ex países comunistas menos